Hacía demasiado calor para esa época del año. El sol se alzaba sobre su cabeza e irradiaba un calor insoportable. Sin poder evitar la tentación, se sacó los zapatos y bajó a la playa. La arena era fina y muy suave, y parecía competir entre sí para apostarse en los dedos de sus pies.
Empezó a pasear y a lo lejos divisó a alguien. ¿Alguien aquí en esta época?, que extraño... Siguió caminando y la figura irreconocible de antes se tornaba poco a poco en una silueta. Era una mujer. Estaba sentada sobre un abrigo y en las manos llevaba un libro Avanzó hasta quedar a unos poco metros de ella y la miró con curiosidad.
Ella, dejó de leer advirtiendo que algo estaba cambiando en su entorno. Levantó los ojos y lo vio. No sabía que decir,ni siquiera sabía si decir algo, solamente pudo mirarlo y sonreír ampliamente. Para él esa sonrisa era todo lo que necesitaba. ¿Aprobación?,¿calor?; no lo sabía muy bien, pero si sabía que a partir de entonces nada sería igual. Sentía algo en su interior,sentía que tenía que conocerla, que ella era especial, que merecía la pena.
Así fue, a la mañana siguiente volvió a bajar a la playa con la esperanza de volver a verla. Efectivamente, allí estaba y otra vez leyendo. Se acercó,se sentó a su lado y tímidamente comenzaron a hablar.Habían pasado toda la tarde juntos en la playa sin hablar de nada en particular. Ahora estaban allí, viendo aquella puesta de sol entre palabras de complicidad y risas.


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