Era un día cualquiera de Noviembre llovía y hacía frío.Salió de casa y los árboles parecían tener tanto frío como ella.Se contoneaban, temblaban ;parecían bailar con sus ropajes rojizos y ambarinos. Se puso los cascos y hasta entonces nunca en la vida le había parecido tan fascinante la palabra decibelios.
Las ondas sonoras salían de los altavoces,atravesando su oído y adhiriéndose a su cabeza.
Quizás hubieran tocado alguna fibra sensible cuya estimulación provocara una liberación masiva de endorfinas o simplemente era feliz por algo cuya existencia desconocía.
Camina despacio,le sobra el tiempo,le sobran los demás.Solo puede concentrarse en su música y en esa estúpida sonrisa de su cara.