En una de esas tardes en las que los intentos por estudiar y hacer un examen decente se habían esfumado, una de esas tardes que pasa tirada en la cama mirando al techo y pensando,pensando que ojala las cosas fuesen como antes.
En el fondo, si que lo echaba de menos.No quería volver a ser pequeña, le gusta ser mayor e independiente, pero a la vez tiene miedo,un miedo que la controla y la angustia. Quiere volver a vivir siendo un ser pequeño, frágil y dependiente. ¡Que irónico!
Quiere volver a aquellos tiempos en los que los exámenes no suponían una parte vital, a aquellos momento en los cuales la palabra fracaso no tenia la misma connotación que tiene hoy en día,aquellos momentos en los que soñabas con crecer y lograr algo en la vida, como por ejemplo un premio con algo relativo a la ciencia,no como ahora, que sabe que es algo que probablemente nunca logre.
Quiere volver al pasado, volver a crecer (o mejor no hacerlo nunca), tomar otras decisiones y hacer mejores cosas en la vida. Dejar de lado las canciones tristes que escucha ahora (para ponerse todavía peor, genial idea) por aquellas canciones que la inyectaban de vida. Volver a reír de felicidad y no como una excusa por disimular algo que aparentemente esta bien, y que realmente te destroza por dentro, o simplemente como una acción contraria a llorar por la ansiedad y el agobio que siente, aunque por otra parte, es algo que ella se autoimpone.
Volver a las muñecas,donde perder un zapato no suponía ningún problema, de todas formas, siempre podrías quitárselo a otra muñeca,ya se sabe, solidaridad. Ahora, perder un zapato supone andar descalzo en medio de un mundo gris y lleno de obstáculos, un mundo en el que las plantas de tus pies se transformarían en losa para evitar el contacto con una superficie bastante hiriente, y eso si, no esperes que nadie te preste un zapato y mucho menos que te ayude a buscarlo.
Volver a sus libros de cuentos donde los finales eran siempre felices,aunque ha de admitir que bastante irreales y que le llenan la cabeza de pájaros, pájaros que quieren volar en libertad y están atados a un verbo modal DEBER.
El deber nos llama,nos encadena y nos aprisiona, y pase lo que pase, ese deber siempre seguirá ahí,siendo nuestro, sin poder compartirlo ni sobrellevarlo.
Volver a saltar el los charcos y que la gente nos mire con una sonrisa y no con cara de "esta loca",
Volver a ser personas con sentimientos y que valen la pena, y no simples humanos que pueblan el planeta porque no les queda otro remedio.
Volver a decir "he tenido suerte" cuando te tocaba una pegatina que no tenias, y no a decirlo cuando apruebas un examen que veías imposible;decirlo, cuando a pesar de ser agnóstica te encomendabas a todos los santos habidos y por haber.
Volver a llorar por haber visto una película emotiva,por hacerte una herida o porque te han roto el corazón, y no por cosas banales y carentes de sentido que te hacen estar mal.
Volver a escribir en tu diario,donde tus cosas eran tus cosas, y dejar ese maldito blog que escribes y que no sirve para nada porque solo escribes estupideces y desvarios .Desvarios de una persona que presenta serios indicios de bipolaridad o cambios de animo bastante permanentes.
Volver a cuando las mascaras que usábamos eran para carnavales y no para esconder detrás de ella una identidad que ni la propia persona conoce.
Volver.....simplemente volver al pasado, y quedarte allí, donde el miedo no me pueda coger.
